domingo, 20 de diciembre de 2009

SALUDO DEL ANTERIOR OBISPO D. VICTORIO OLIVER DOMINGO EN EL 2006

Saludo cordialmente a la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, de Benidorm, con su Consiliario, con su Presidente y el Hermano Mayor. Os acoge la Parroquia de Ntra. Sra. de la Almudena. En esa comunidad vivís con interés y responsabilidad vuestra fe y vuestra devoción a la Virgen María.
Sois parte de la comunidad, en ella expresáis vuestra solidaridad con los pobres, en las obras sociales frecuentes, con la parroquia colaboráis y de ella recibís apoyo y el calor que os acoge siempre para vuestros encuentros. En La Almudena celebráis la Eucaristía.
Me comunicáis que estáis preparando un acontecimiento importante y singular: la bendición del Simpecado. Es un hecho cargado de sentido para vuestra vida.
El Simpecado a todos nos recuerda la condición única de la Virgen María, concebida sin pecado. Es la Inmaculada. A todos nos evoca el compromiso de nuestro bautismo. “El que ha nacido de Dios no peca. El pecado no se nombre entre vosotros”, son recomendaciones urgentes de los Apóstoles en el Nuevo Testamento. Con la enseña “Simpecado” de la Virgen María hacemos de nuestra vida una lucha contra el mal, que hoy tantos nombres tiene.
El Rocío nos sugiere el carácter caminante del creyente. Somos romeros permanentes. Al Rocío acuden caravanas. Peregrinos es nuestro nombre. No tenemos aquí ciudad permanente. Atravesando desiertos y dunas, marismas también, con hato ligero y alegría en el corazón buscamos y anhelamos la casa definitiva. Este es un rociero de corazón.
El Espíritu sopla en el Rocío. Un viento que barre distancias y quita miedos. Avienta el egoísmo y hace pueblo. El Espíritu habitó en María. Y el buen rociero para su camino pide el aire del Espíritu, que es comparado al rocío de la mañana. El Espíritu que hace testigos. El Espíritu que crea comunidad y tiene querencia de Iglesia.
Contad con mi oración para que así y con profundidad lo viváis. Cuento con vuestro recuerdo por esta Iglesia Diocesana de Orihuela-Alicante y por mí. El saludo se hace felicitación sincera de vuestro hermano en el Señor.
+ Victorio Oliver Domingo

No hay comentarios:

Publicar un comentario